jueves, 18 de noviembre de 2010

LOS QUE NO SE ENMIENDAN: FARISEOS Y JURISTAS. Lc 11,37-54.

37 Apenas terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se recostó a la mesa.
38 El fariseo se extrañó al ver que no hacía abluciones antes de comer,
39 y el Señor le dijo:
- De modo que vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis repletos de robos y maldades.
40 ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?
41 En vez de eso, dad lo que tenéis en limosnas y así lo tendréis limpio todo.
42 Pero, ¡ay de vosotros, fariseos! Pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda verdura, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. ¡Esto había que practicar!, y aquello ..., no descuidarlo.
43 ¡Ay de vosotros!, fariseos, que gustáis de los primeros asientos en las sinagogas y de las reverencias por la calle!
44 ¡Ay de vosotros!, porque sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo.
45 Intervino un jurista y le dijo:
- Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.
46 Jesús le replicó:
- ¡Ay de vosotros también, juristas, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros ni las rozáis con un dedo!
47 ¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, después que vuestros padres los mataron!
48 Así dais testimonio de lo que hicieron vuestros padres y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros.
49 Por eso dijo la sabiduría de Dios: "Les enviaré profetas y apóstoles; a unos los matarán, a otros los perseguirán",
50 para que a esta generación se le pida cuenta de la sangre de los profetas derramada desde que empezó el mundo;
51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, os lo digo: Se le pedirá cuenta a esta generación.
52 ¡Ay de vosotros, juristas, porque os habéis guardado la llave del saber! Vosotros no habéis entrado y a los que iban a entrar se lo habéis impedido.
53 Al salir de allí, los letrados y fariseos empezaron a acosarlo sin piedad y a tirarle de la lengua sobre muchas cuestiones,
54 Al salir de allí, los letrados y fariseos empezaron a acosarlo sin piedad y a tirarle de la lengua sobre muchas cuestiones,
54 estando al acecho para cogerlo en algo con sus propias palabras.


EXPLICACIÓN.

E. Los que se enmiendan. 37-54. La frase inicial conecta esta perícopa con la anterior. Segunda ocasión en que Jesús es invitado por un fariseo (7,36ss). Abluciones rituales para eliminar la supuesta contaminación contraída en el contacto con los hombres y el mundo. Jesús no cree que el contacto con la realidad humana o mundana separe al hombre de Dios (38). La denominación el Señor (39)coloca el episodio en el contexto de la comunidad pospascual. La pureza no es exterior, sino interna; es decir, no es lo de fuera, sino lo que hay dentro del hombre, lo que puede separarlo de Dios (cf. Mc 7,15.18-23).

Acusación a los fariseos (39). Dios no se contenta con apariencias (40). La limosna, que corrige la codicia, ayuda más al que la da que al que la recibe (41). Tres malaventuranzas (42-44) contra los fariseos (cf. 6,24-26); a) escrúpulo en lo insignificante y omisión de lo importante (42); no cumplen ninguno de los mandamientos (cf. 10,27); b) la ambición de honores (43); c) teniéndose por puros (= con sus principios y conducta cierran a los hombres el acceso a Dios) (44).

Los juristas se sienten ofendidos y Jesús los ataca de frente (45-52). Otras tres malaventuranzas: a) oprimen al pueblo en nombre de la Ley, mientras ellos no la practican (46); b) aparentan honrar a los profetas, asesinados por sus antepasados, mientras lo que hacen es sepultarlos definitivamente (47s): continúan y hacen culminar en el presente la actividad homicida que pretende silenciar el mensaje de Dios, llevado ahora por los emisarios de Jesús (alusión a la época de Lc) (49).

Esta generación, la del Mesías, la que no acepta ni a Juan ni a Jesús (cf. 7,31; 9,41; 11,29ss) (51); se le pedirá cuenta: alusión a la destrucción de Jerusalén (21,20); Abel, cf. Gn 4,10; Zacarías, último profeta nombrado en el AT, cf. 2 Cr 24,22; c) monopolizan y manipulan el saber, impidiendo entrar en el Reino, la sociedad nueva que Dios ofrece a la humanidad (52). Jesús les ha hablado de conducta, y en este terreno no pueden defenderse. Intentan cazarlo en la doctrina (53s).

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