miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL ÉXODO DEL MESÍAS: LA TRANSFIGURACIÓN. Lc 9,28-36.

28 Ocho días después de este discurso se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago y subió al monte a orar.
29 Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos refulgían de blancos.
30 En esto, se presentaron dos hombres que conversaban con él: eran Moisés y Elías,
31 que se habían aparecido resplandecientes y hablaban de su éxodo, que iba a completar en Jerusalén.
32 Pedro y sus compañeros estaban amodorrados por el sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
33 Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
- Jefe, viene muy bien que estemos aquí nosotros; podríamos hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
No sabía lo que decía.
34 Mientras hablaba, se formó una nube y los fue cubriendo con su sombra. Al entrar en la nube se asustaron.
35 Y hubo una voz de la nube que decía:
- Éste es mi Hijo, el Elegido. Escuchadlo a él.
36 Al producirse la voz, Jesús estaba solo. Ellos guardaron el secreto y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.


EXPLICACIÓN.

El éxodo del Mesías. 28-36. Ocho días ("seis" en Mt 17,1 y Mc 9,2, aludiendo a la creación del hombre) en relación con el mundo definitivo, la tierra prometida inaugurada con la muerte-resurrección de Jesús ("siete", número de la creación visible: "ocho", más allá de esta creación). Menciona a Juan antes que a Santiago (cf. 8,51; no en 5,10; Mt 17,1; Mc 9,2): en Lc, Pedro y Juan serán protagonistas en la primera comunidad.

Oración de Jesús: los tres discípulos más señalados deben comprender la índole de su mesianismo (9,21) (28s). El monte, cf. 6,12. Dos hombres (30), Moisés y Elías, que aparecerán de nuevo (24,4; Hch 1,10); representan la Ley y los profetas (el AT); que conversaban con él, como Moisés con Dios en la tienda, para recibir instrucciones (Éx 34,35); la validez o caducidad de los escritos del AT se juzga a partir de Jesús; éxodo (31): liberación definitiva, la muerte-resurrección, a partir de Jerusalén (centro que ejerce la opresión); así se cumplirá lo anunciado en el AT.

Sueño de los discípulos (32), como antes de la Pasión (22,45); aferrados al nacionalismo judío, se desentienden del contenido de la visión, no quieren saber de la muerte de Jesús. Pedro quiere asegurar la permanencia de Moisés y Elías; intenta integrar el mesianismo de Jesús en las categorías del AT (tres chozas, alusión a la fiesta de las Chozas, de carácter fuertemente mesiánico) (33).

La nube (34), símbolo de la presencia divina; reacción, el miedo, como en el AT (cf. 1,13.30; 2,10; 5,10). La voz del cielo corrige a Pedro: sólo han de escuchar a Jesús; el AT no puede dirigirse directamente a los discípulos, sino sólo a través de Jesús (35). Los discípulos no quieren que otros sepan eso (36).

No hay comentarios:

Publicar un comentario