martes, 30 de noviembre de 2010

AFÁN DE PRECEDENCIA. Lc 14,7-14.

7 Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso estas máximas:
8 -Cuando alguien te convide a una boda, no te sientes en el primer puesto, que a lo mejor han convidado a otro de más categoría que tú;
9 se acercará el que os invitó a ti y a él y te dirá: "Déjale el puesto a éste". Entonces, avergonzado, tendrás que ir bajando hasta el último puesto.
10 Al revés, cuando te conviden, ve a sentarte en el último puesto, para que, cuando se acerque el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba". Así quedarás muy bien ante los demás comensales.
11 Porque a todo el que se encumbra, lo abajarán, y al que se abaja, lo encumbrarán.
12 Y al que lo había invitado le dijo:
- Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a vecinos ricos; no sea que te inviten ellos para corresponder y quedes pagado.
13 Al revés, cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos;
14 y dichoso tú entonces, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.


EXPLICACIÓN.

Centro del tríptico. Comienza el convite (7). Deseo de precedencia (condenado por Jesús en 11,43; cf. Prov 25,6s). Instrucción sobre el banquete del reino mediante dos analogías (en correspondencia con las dos parábolas de la secuencia paralela, 13,18-21). Afán por la precedencia (8-10).

Principio: lo que sucede a nivel humano, sucede también a nivel divino (cf. 1,51-53; 3,5; 18,14). Renunciar a la ambición de honores, condición para entrar en el Reino (11). Hay que ser desinteresado 8cf. 6,33); bienaventuranza para el amor gratuito y la generosidad (11,33-36) (12-14).

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