viernes, 29 de octubre de 2010

OPOSICIÓN A JESÚS: EL HOMBRE Y EL SÁBADO. Lc 6,1-6.

6 1 Un día de precepto atravesaba él por unos sembrados; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano.
2 Unos fariseos les dijeron:
-¿Por qué hacéis lo que no está permitido en sábado?
3 Jesús les replicó:
-¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros sintieron hambre?
4 Entró en la casa de Dios, cogió los panes de la ofrenda -que sólo a los sacerdotes está permitido comer -, comió él y les dio a sus compañeros.
5 Y añadió:
- El Hombre es Señor del precepto.


EXPLICACIÓN.

Lc sigue la redacción de Mc 2,23-28: los discípulos, sin motivo expreso, arrancan espigas y las frotan, acciones consideradas por los fariseos como trabajos prohibidos en día de precepto. Día de precepto (1: gr. sabbaton) en lugar de "sábado" (2. gr. ta sabbata): está en juego la autoridad de la Ley. Los discípulos usan de la libertad afirmada en el episodio anterior: las instituciones han caducado.

La acción de David prueba que la Ley cedía ante la necesidad humana (3s); la actitud rigorista farisea no tiene fundamento en el AT.

Sin embargo, para los discípulos vale otro principio (5): el Hombre está por encima de toda ley. Por segunda vez aparece el Hombre (cf. 5,24: el portador del Espíritu, que, como Dios en la tierra, borra el pasado pecador y comunica Espíritu/vida), denominación de Jesús, pero extensiva a los que reciban el Espíritu (3,16) y tiendan a la plenitud humana. Según este pasaje, "el Hombre", portador del Espíritu de Dios (cf. 3,22), es, como Dios mismo, superior a todo código.

EL AYUNO: EL CAMBIO DE ALIANZA. Lc 5,33-39.

33 Ellos le dijeron:
- Los discípulos de Juan ayunan a menudo y tienen sus rezos, y lo mismo los fariseos discípulos; los tuyos, en cambio, a comer y a beber.
34 Jesús les contestó:
-¿Acaso podéis hacer que ayunen los amigos del novio mientras el novio está con ellos?
35 Llegarán días en que les arrebaten al novio; entonces, aquellos días, ayunarán.
36 Les propuso también una comparación:
- Nadie corta un manto nuevo para echarle una pieza a un manto viejo; de lo contrario, el nuevo quedará cortado y al viejo la pieza no le irá bien.
37 Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos; de lo contrario, el vino nuevo reventará los odres: el vino se derramará y los odres se echarán a perder.
38 No, el vino nuevo se echa en odres nuevos.
39 Pero nadie, acostumbrado al de siempre, quiere uno nuevo, porque dice: "Bueno está el de siempre".


EXPLICACIÓN.

Vse. Mc 2,18-22. Los fariseos y sus letrados se dirigen ahora directamente a Jesús; ponen de relieve el contraste entre la ascesis practicada por los discípulos de Juan y ellos mismos, y la permisividad que autoriza Jesús en su grupo. Toman pie del banquete que se está celebrando. Los ayunos de los discípulos del Bautista demuestran que no reconocen el cambio de alianza anunciado por Juan (3,16); se han asimilado a los fariseos (33). Les arrebaten (35), para darle muerte (cf. Is 53,8). Llegarán días, alusión a los "tres días" entre la muerte y la resurrección. Jesús volverá a estar con los suyos. La fuerza de la costumbre hace rechazar el cambio (5,32: "los justos"); rechazan la novedad (39). Vino de siempre, lit. "viejo", en el sentido peyorativo de "el manto" y "los odres viejos" (no "vino añejo"). La temática de los satisfechos ("justos"), por oposición a los insatisfechos con su situación personal y con la situación social, será desarrollada a lo largo del Evangelio.

LEVÍ: LLAMADA DEL GRUPO NO ISRAELITA. CONTINUACIÓN. Lc 5,29-32.

29 Leví le ofreció un gran banquete en su casa, y había gran número de recaudadores y otra gente, que estaban recostados a la mesa con ellos.
30 Los fariseos y sus letrados protestaban diciendo a los discípulos:
-¿Por qué razón coméis y bebéis con los recaudadores y descreídos?
31 Jesús les replicó:
- No sienten necesidad de médico los sanos, sino los que se encuentran mal,
32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se arrepientan.


EXPLICACIÓN.

Banquete en casa de Leví o de Jesús (ambiguo) (29): Leví, a diferencia del grupo israelita, entiende el "seguimiento" de Jesús como una fiesta (el banquete del Reino). Derribada la barrera de la marginación religiosa, afluencia de pecadores/descreídos que, como Leví, dan su adhesión a Jesús; recostados (postura de los hombres libres) a la mesa con ellos. Estar a la mesa con Jesús significa participar en el reino de Dios, simbolizado por el banquete mesiánico. La nueva comunidad humana admite en su seno a todo hombre dispuesto a renunciar a la injusticia y a seguir a Jesús. Escándalo de fariseos y letrados (30), adversarios de Jesús (5,21); reproche a los discípulos, que implica una crítica a su maestro. Éste explica su conducta de la que se deriva la de ellos (31). Para recibir la salvación, hay que desearla. Los justos no la desean; piensan que no necesitan cambiar (32).

LEVÍ: LLAMADA DEL GRUPO NO ISRAELITA. Lc 5,27-28.

27. Después de esto, salió, se quedó mirando a un recaudador llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le djo:
- Sígueme.
28 Él, abandonándolo todo, se levantó y empezó a seguirlo.


EXPLICACIÓN.

Lo expuesto en la figura del paralítico se concreta en la persona de Leví, el recaudador/pecador, marginado, excluido de Israel. Llamada en paralelo con la de los primeros discípulos (5,1-11). A diferencia de éstos (5,10), Jesús lo invita expresamente a seguirlo (27). Abandonándolo todo (28, cf. 5,11: "dejándolo todo"), se levantó y empezó a seguirlo (cf. 5,11: "lo siguieron"). Tanto en la ruptura como en el seguimiento el grupo no israelita es más radical.

EL PARALÍTICO. Lc 5,17-26.

17 Uno de aquellos días estaba él enseñando, y estaban sentados fariseos y maestros de la Ley llegados de todas las aldeas de Galilea y de Judea, e incluso de Jerusalén. La fuera del Señor estaba con él para curar.
18 Aparecieron unos hombres llevando en un catre a un individuo que estaba paralizado, y trataban de introducirlo para colocárselo delante.
19 No encontrando por dónde introducirlo, por causa de la multitud, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con el catrecillo hasta el centro, delante de Jesús.
20 Él, viendo la fe que tenían, dijo:
- Hombre, tus pecados quedan perdonados.
21 Los letrados y los fariseos se pusieron a razonar:
- ¿Quién es éste que blasfema así? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios solo?
22 Intuyendo Jesús como razonaban, les repuso:
- ¿Qué razonamiento es ése?
23 ¿Qué es más fácil, decir "tus pecados quedan perdonados" o decir "levántate y echa a andar"?
24 Pues para que veáis que el Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados... - le dijo al paralítico:
- A ti te hablo: ponte en pie, carga con tu catrecillo y vete a tu casa.
25 Se levantó en el acto delante de todos, cargó con el catre donde había yacido y se marchó a su casa alabando a Dios.
24 Todos ellos qudaron atónitos y alababan a Dios, diciendo sobrecogidos:
- Hoy hemos visto cosas increíbles.


EXPLICACIÓN.

De nuevo relación entre enseñanza y curación (cf. 5,15). Jesús, ante los observantes estrictos de la Ley (fariseos) y ante los que la absolutizaban, los maestros de la Ley (expresión de Lc; cf.21: letrados), La fuerza del Señor, el Espíritu (4,14) (17). Interpretación, como en Mc 2,1-13. Diferencias con Mc: no hay "cuatro" portadores; Jesús llama al paralítico hombre (no "hijo"): así indica Lc la universalidad de la salvación. Los fariseos y maestros de la Ley procedían de todos los rincones del territorio judío, incluida Jerusalén (17): desafío de Jesús al exclusivismo judío. El Hombre (24) (primera vez en Lc): el portador del Espíritu, que por ello tiene la plenitud humana. Su acción con el hombre que desea salvación: borrar el pasado (20: pecados) y comunicar libertad y vida (23: Espíritu). Se explicita el contenido de la curación del leproso. Única condición para la salvación, la fe/adhesión a Jesús (20), no la observancia de la Ley judía. Reacción positiva (alabanza a Dios), pero acompañada de temor y sorpresa (cosas increíbles) (25s).

JESÚS Y LOS MARGINADOS: EL LEPROSO. Lc 5,12-16.

12 Estando él en uno de aquellos pueblos apareció un hombre todo lleno de lepra; al ver a Jesús se echó rostro en tierra y le rogó:
- Señor, si quieres, puedes limpiarme.
13 Jesús, extendió la mano y lo tocó diciendo_
- Quiero, queda limpio.
Y enseguida se le quitó la lepra.
14 Él le mandó no decírselo a nadie, añadiendo:
- Al contrario, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que prescribió Moisés como prueba contra ellos.
15 Se iba hablando de él cada vez más, y grandes multitudes acudían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades;
16 pero él solía retirarse a despoblado para orar.


EXPLICACIÓN.

Vse. Mt 8,2-4; Mc 1,39-45. El leproso, prototipo del marginado. Extender la mano (13), de las hazañas divinas en el éxodo (Éx 6,6; 14,16; 15,42; Jr 17,5). Jesús no respeta la marginación impuesta por la Ley; tocando al leproso, la viola (Lv 12-13): no hay hombres impuros para Dios. No quiere que se divulgue el hecho: es demasiado pronto para declarar públicamente la invalidez de esa Ley que consagra la injusticia; las prescripciones sobre la lepra son de Moisés, no de Dios, y prueban la dureza de este pueblo (14). Pide por el éxito de su misión antes de hacer público el mensaje de la univesalidad (16).

miércoles, 27 de octubre de 2010

III. LLAMADA DEL ISRAEL HISTÓRICO Lc 5,1-6,11). LLAMADA DEL GRUPO ISRAELITA. Lc 5,1-11.

5 1 Mientras la multitud se agolpaba alrededor de él para escuchar el mensaje de Dios, estando él también a la orilla del lago,
2 vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
3 Subió a una de las barcas, que pertenecía a Simón, y le rogó que la sacase un poco de tierra. Se sentó y, desde la barca, se puso a enseñar a las multitudes.
4 Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
- Sácala adonde haya fondo y echad vuestras redes para pescar.
5 Simón le contestó:
- Jefe, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, fiado en tu palabra, echaré las redes.
6 Así lo hicieron, y capturaron tal cantidad de peces que reventaban las redes.
7 Hicieron señas a los socios de la otra barca para que fueran a echarles una mano. Fueron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían.
8 Al ver esto, Simón Pedro se postró a los pies de Jesús, diciendo:
- Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.
9 Es que él y todos los que estaban con él se habían quedado pasmados por la redada de peces que habían cogido,
10 y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón:
- No temas; desde ahora pescarás hombres vivos.
11 Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.


EXPLICACIÓN

Tercera sección del Evangelio (5,1-6,11). Terminada la sección introductoria (1,5-2,52), que ha presentado a Juan y a Jesús, y la sección consagrada a esbozar la misión de Juan Bautista y de Jesús Mesías (3,1-4,44) y ha dejado abierta la actividad de este último, comienza el cuerpo del relato evangélico. Este empieza con la llamada de Israel (5,1--1). Siguen dos episodios en los que se anuncia la supresión de toda discriminación religiosa (5,12-16: leproso) y la salvación universal (5,17-26: paralítico). En paralelo/contraste con la llamada del grupo israelita se presenta la de Leví (5,27-28), personificación de los excluidos de Israel, secundada masivamente por los que están en esa situación (recaudadores y descreídos) y criticada abiertamente por los instilados en el sistema (los fariseos y los letrados) (5,29-32). Jesús proclama el cambio de alianza y su absoluta novedad respecto de la antigua (5,33-39). Dos perícopas finales señalan la abolición del precepto del sábado (6,1-5) y de la Ley misma, instrumento de opresión (6,6-11).

1-11. Sólo Lc usa el término lago en lugar de "mar" de Galilea; indica la salida/éxodo del territorio judío hacia los paganos, en Lc el punto de partida del éxodo es Jerusalén (Hch 1,8). El mensaje de Dios (1), el del reinado de Dios (4,43; cf. 4,18-21). También él, pescadores (2), cf. Ez 47,8-10.

La orden de Jesús (4) vale para Simón y sus compañeros (vuestras redes). Jefe (5), gr. epistatês, el encargado que tiene autoridad sobre un grupo; traduce el término "rabbí" (no usado por Lc), que denota al que enseña la Ley según la tradición (en boca de los discípulos: 5,5; 8,24.45; 9,33.49; de los leprosos: 17,13; los no discípulos llaman a Jesús "Maestro", y así se llama él mismo: 22,11). El término "jefe" muestra el concepto que Pedro se ha formado de Jesús al escuchar su enseñanza. Noche (5),
"tiniebla", "sombra", opresión (1,79; 2,8); el esfuerzo es inútil.

Pesca extraordinaria (6). Pedro reconoce la autoridad divina de Jesús (8, postración, Señor). Apártate de mí, lit. "sal de mí", usado antes para los demonios (4,41); Pedro, que no observa la Ley (4,38), se siente indigno/impuro ante Jesús (pecador/descreído) y teme (cf.10: No temas). Jesús no hace caso de sus palabras (10: cf. 5,32). Pescar hombres vivos, lit. "salvar personas de un peligro" (Nm 31,15.18; Dt 20,16); Lc juega con este significado manteniendo la alusión a la pesca. Desde ahora, cambio radical de vida. La invitación vale para todos (11: lo siguieron); dejándolo todo, ruptura con el pasado. El tema se continuará en la elección de los Doce (6,12ss) y en la misión (9,1-6).

ACTIVIDAD PROGRAMÁTICA EN CAFARNAÚN. Lc 4,31-44.

31 Bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y el sábado les estuvo enseñando.
32 Quedaban impresionados por su enseñanza, porque hablaba con autoridad.
33 Había en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu, un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces:
34 -¡Deja! ¿Qué tienes tú contra nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? ¿Sé quién eres tú, el Consagrado por Dios.
35 Jesús le conminó:
-¡Cállate la boca y sal de él!
El demonio lo tiró por tierra allí en medio, pero salió de él sin hacerle ningún daño.
36 Todos se quedaron estupefactos y comentaban entre ellos:
-¿Qué modo de hablar es éste, que con autoridad y fuerza da órdenes a los espíritus inmundos y salen?
37 Su fama iba llegando a todos los lugares de la comarca circundante.
38 Dejó la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba aquejada de fiebre muy alta, y le rogaron por ella.
39 Él, de pie a la cabecera, conminó a la fiebre y se le pasó. Levantándose en el acto, se puso a servirles.
40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos con las más variadas dolencias se los llevaron, y él, aplicándoles las manos a cada uno de ellos, los fue curando.
41 De muchos salían también demonios, gritando:
-¡Tú eres el Hijo de Dios!
Él les conminaba y no les permitía decir que sabían que era el Mesías.
42 Al hacerse de día salió y se marchó a un lugar despoblado. Las multitudes lo andaban buscando, dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese.
43 Él les dijo:
- También a las otras ciudades tengo que dar la buena noticia del reinado de Dios, pues para eso me han enviado.
44 Y anduvo predicando por las sinagogas del país judío.


EXPLICACIÓN.

Vse. Mc 1,21-28. La enseñanza, como en Nazaret, la salvación para judíos y paganos. Autoridad, la del Espíritu (31s). Como en Mc, el espíritu/demonio inmundo representa la ideología de la sinagoga que domina y fanatiza al hombre (33). Alarma del poseído: la institución religiosa (nosotros) se siente amenazada de muerte (contra nosotros, destruirnos) por la enseñanza universalista de Jesús. Intenta ganárselo a su partido: Nazareno, originario de Nazaret, reducto del espíritu nacionalista fanático (a diferencia de "Nazoreo"; cf. Lc 18,37; Hch 2,22; 3,6; 4,10; 6,14; 22,8; 24,5; 26,9); este apelativo implica un reproche a Jesús: él, que tiene tal origen, no puede proponer una doctrina diametralmente opuesta al nacionalismo. Tentación: Sé quién eres tú, el Consagrado por Dios: ofrece a Jesús, cuya autoridad ha experimentado, que acepte el papel de Mesías nacionalista (34). Jesús lo interrumpe y libera al hombre. Resistencia, pero sin causar daño (35). Estupor. La fuerza de persuasión de Jesús es capaz de desarraigar cualquier convicción opuesta al plan de Dios; fuerza del Espíritu (4,14) (36). Contraste con Nazaret: diferencia entre la mala y la buena fe. Eco en la comarca circundante (37).

Jesús sale del ámbito de la institución (sinagoga) y entra en otro fuera de ella (casa) (38). Primera mención de Simón. Aunque es sábado, le ruegan por la enferma: no se cuidan de las precripciones legales. La fiebre, impedimento para el servicio o seguimiento de Jesús (22,26s). Sentido teológico: en relación con "el fuego"/juicio anunciado por el Bautista (3,9.16.17), en la línea de Elías (1 Re 18,20ss; 2 Re 1,8-12). La casa/familia de Simón, personificada en la suegra, representa un círculo exaltado, al margen de la institución, que espera un Mesías reformador y violento. Conminó (39), como al demonio en la sinagoga (35). Intento de Jesús de liberar a Simón de su vinculación con ese círculo.

Reacción de la ciudad ante lo ocurrido en la sinagoga. Esperan a que termine la obligación del precepto; aún están sometidos al legalismo (40). Gran anhelo de curación. Como antes en la sinagoga, los demonios intentan en vano atraer a Jesús a un mesianismo nacionalista (cf. Sal 2,7) (41).

Las curaciones provocan una gran popularidad de Jesús. Intento de acapararlo (42); contraste con Nazaret. Jesús no se deja arrastrar; su misión es universal. El reinado de Dios (43), contenido de la buena noticia, mencionado por primera vez. Las sinagogas del país judío (44): cf. 1,5; 7,17.

Estos episodios describen diversas manifestaciones del exclusivismo judío y el esfuerzo de Jesús por liberar al pueblo de esa ideología. El ciclo de actividad que comienza en 4,14 es programático para todo el Evangelio y resume de algún modo la línea de la actividad futura de Jesús.

martes, 26 de octubre de 2010

ENSEÑANZA PROGRAMÁTICA EN GALILEA. Lc 4,14-30.

14 Con la fuerza del Espíritu regresó Jesúa a Galilea, y la noticia se difundió por toda la comarca.
15 Enseñaba en aquellas sinagogas, y todos se hacían lenguas de él.
16 Llegó a Nazaret, donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, según su costumbre, y se levantó para tener la lectura.
17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y, desarrollando el volumen, dio con el pasaje donde estaba escrito:

18 El Espíritu del Señor descansa sobre mí,
porque él me ha hungido.
Me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres,
a proclamar la libertad a los cautivos,
y la vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos,
19 a proclamar el año favorable del Señor
(Is 61,1-2).

20 Enrolló el volumen, lo devolvió al sacristán y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él,
21 y empezó a hablarles:
-Hoy ha quedado cumplido este pasaje ante vosotros que lo habéis escuchado.
22 Todos se declaraban en contra, extrañados del discurso sobre la gracia que salía de sus labios, y decían:
-Pero, ¿no es éste el hijo de José?
23 Él les repuso:
-Seguramente me citaréis el proverbio aquel: "Médico, cúrate tú"; todo lo que nos han dicho que ha ocurrido en esa Cafarnaún, hazlo también aquí en tu tierra.
24 Y añadió:
-Os aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su tierra.
25 Pero no os quepa duda de que en tiempo de Elías, cuando no llovió en tres años y medio y hubo una gran hambre en toda la región, había muchas viudas en Israel;
26 y, sin embargo, a ningua de ellas enviaron a Elías, pero sí a una viuda de Sarepta en el territorio de Sidón.
27 Y en tiempo del profeta Eliseo había muchos leprosos en Israel y, sin embargo, ninguno de ellos quedó limpio, pero sí Naamán el sirio.
28 Al oír aquello, todos en la sinagoga se pusieron furiosos
29 y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad y lo condujeron hasta un barranco del monte sobre el que estaba edificada su ciudad, para depeñarlo.
30 Pero él se abrió paso entre ellos y emprendió el camino.


EXPLICACIÓN.

Jesús, portador del Espíritu. Primera actividad, la enseñanza. Éxito: aceptación entusiasta en Galilea (14s). Escena programática en Nazaret, en contraste con el resto de Galilea. Nazaret representa los círculos nacionalistas fanáticos del pueblo judío. Conocían a Jesús y esperan que comparta sus ideales.

Según su costumbre (16) remite a su enseñanza (15): va a exponer en Nazaret lo mismo que en el resto de Galilea, pero va a encontrarse con el fracaso. Toma la iniciativa; él mismo busca el pasaje de Is 61,1s (18s), que se interpretaba en sentido mesiánico (profeta-Mesías). Combinando textos (incluye Is 58,6: a poner en libertad a los oprimidos), describe Lc la misión liberadora de Jesús, el Ungido por el Espíritu. En primer lugar, anunciar a los pobres el fin de su condición miserable (cf. 1,51-53; 2,10s); cautivos, ciegos, los oprimidos (1,79; Is 9,1s; 29,18ss; 35,5; 42,7; 60,1ss). Alusión al año jubilar (19: el año favorable del Señor), en que se cancelaban las deudas y se ponía en libertad a los esclavos (Lv 25); el antiguo uso se convierte en símbolo de liberación. Relación del pasaje con los cánticos del Servidor (Is 42,1.7), antítesis de la violencia y del nacionalismo particularista (Is42,4; 49,6; 51,4s) y que libera con su pasión y muerte (Is 52,13-53,2). Se explica así la omisión intencionada (20: enrolló el volumen, cortando el pasaje) del final de Is 61,2: "el día del desquite del Señor nuestro Dios", referido a la victoria sobre los paganos, y de su aplicación a Sión (Is 62,3). Se sentó, postura del maestro.

Tensa expectación (20): la lectura del texto mutilado, presentación programático, espera una explicación. En su pueblo había tenido aceptación (2,52), por pensarse que era hijo de José (3,23); ha llegado ahora acompañado de una nueva fama (4,14), por propia iniciativa ha leído un texto clásico de la expectación mesiánica, pero omitiendo el final. Jesús comienza el discurso aplicándose a sí mismo el pasaje del profeta: él es el Mesías liberador, se abre la era de la salvación, pero ésta es universal, no excluye a los paganos (21). Reacción unánime y desfavorable. El gr. martyreô, con dativo, significa aquí testimoniar / declararse en contra (cf. Mt 23,31) (22). El discurso trataba de la gracia (determinado), del favor de Dios (19) para judíos y paganos. La pregunta: ¿No es éste el hijo de José?, no se refiere a la filiación natural, de la que no dudaban (cf. 3,23), ni al oficio (no mencionado en Lc), sino a la semejanza con José en ideas y comportamiento (cf. 2,48s): lo que dice Jesús no corresponde a la postura bien conocida de José; Jesús no ha salido a "su padre" (3,23: "se pensaba que era hijo de José").

Jesús interrumpe el discurso (23) e interpreta los sentimientos del público: Médico, cúrate tú; antes de ocuparse de los males de los demás hay que remediar los propios: hay que empezar por liberar a Israel. Nazaret (nacionalismo), esa Cafarnaún (despectivo, por estar mezclados judíos y paganos): quieren que la actividad salvadora de Jesús se ejerza solamente en beneficio de Israel (aquí, en tu tierra); oposición a que beneficie también a los paganos (Lc anticipa lo que expondrá en episodios posteriores). La actitud exclusivista los cierra al mensaje. Jesús acusa: lo que está sucediendo en Nazaret no es más que un caso particular de lo que sucede a todo profeta. Israel es el pueblo que rechaza a los profetas y, en consecuencia, también a Jesús; la incredulidad impide la acción de Dios (24). Ya en el pasado Dios envió a los profetas (Elías y Eliseo) a otros pueblos , en detrimento de Israel (25-27).

Segunda reacción, de extrema violencia (28s). Antes que renunciar a su nacionalismo, quieren matar al enviado de Dios. Su ciudad, construida sobre el monte, alusión a Jerusalén y al templo: la actitud de los habitantes de Nazaret es la de la institución judía. Autoridad y libertad de Jesús (30). Emprendió el camino, la ejecución de su programa, desafiando la hostilidad.

EL FALSO MESIANISMO: LAS TENTACIONES. Lc 4,1-13.

4 1 Jesús, lleno de Espíritu Santo, regresó del Jordán, y el Espíritu lo fue llevando por el desierto
2 durante cuarenta días, mientras el diablo lo tentaba. Todo aquel tiempo estuvo sin comer y al final sintió hambre.
3 El diablo le dijo:
-Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
4 Jesús le contestó:
-Está escrito que "no sólo de pan vivirá el hombre".
5 Después, llevándolo a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo
6 y le dijo:
-Te daré toda esta autoridad y su gloria, porque me la han dado a mí y yo la doy a quien quiero;
7 si tú me rindes homenaje, será toda tuya.
8 Jesús le contestó:
-Está escrito: "Al Señor tu Dios rendirás homenaje y a él solo prestarás servicio".
9 Entonces le condujo a Jerusalén, lo puso en el alero del templo y le dijo:
-Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo,
10 porque está escrito: "Dará órdenes a sus ángeles para que te guarden",
11 y también: "Te llevarán en volandas, para que tu pie no tropiece con piedras".
12 Le contestó Jesús:
-Está mandado: "No tentarás al Señor tu Dios".
13 Acabadas todas sus tentaciones, el diablo se alejó de él por un tiempo.


EXPLICACIÓN.

La mención del Espíritu y la del Jordán ponen a las tentaciones en estrecha conexión con el bautismo. Las tentaciones descubrer por contraste las opciones incluidas en el compromiso de Jesús, quien muestra su fidelidad a ellas. El Enemigo, el diablo, personifica la oposición implacable al plan salvador, que intenta desviar a Jesús de su programa mesiánico, (1s). Cuarenta días, se reducen a escala individual los 40 años del camino de Israel hacia la tierra prometida; representan el tiempo de la actividad de Jesús; éste comienza el nuevo éxodo (el Espíritu lo fue llevando), que culminará con su muerte (9,31); en el relato evangélico, "el diablo", estará representado por actores humanos (cf. 4,34.41). Lc no utiliza el término religioso "ayuno", sino la frase neutra estuvo sin comer; hambre, deseo de manifestar su absoluta fidelidad a los hombres y al Padre; su alimento es la entrega total (cf. 22,8.15).

Primera tentación. Hijo de Dios (3), alusión a la voz del cielo (3,22); tentación: que el Mesías utilice su poder para calmar su hambre, es decir, para renunciar a su entrega, evitando la muerte. Respuesta (4), Dt 8,3 (más breve que en Mt 4,4): no es el pan que se obtiene el único que da vida al hombre (vida física), es sobre todo el pan que se entrega (alusión a la eucaristía, 22,19), el don de la propia persona (vida definitiva).

Segunda tentación (tercera en Mt), presentada como visión. El mundo (5), el ámbito del reino de Dios (Sal 2,8s). No es Dios, sino el diablo, quien confiere el dominio y el poder (contra Dn 4,14; Jr 27,5; Sab 6,3; Job 36,7). Tentación: ofrece el imperio universal; quiere que Jesús se erija en Mesías político y dominador (6). Condición: reconocer por dios al enemigo del hombre, renegando del verdadero Dios (7). Respuesta (8), Dt 6,13: la ambición de dominio y gloria equivale a la idolatría. La salvación se efectuará por el servicio, no por el dominio (cf. 9,25).

Tercera tentación (segunda en Mt), en Jerusalén, en el templo (9, cf. 2,41-46, último episodio de la infancia; 9,31, punto de partida de su éxodo/muerte). Con la Escritura (Sal 91,11 y 12), el diablo incita a Jesús a cumplir una acción irresponsable, poniendo a prueba la fidelidad de Dios. Respuesta (12), Dt 6,16 (cf. Is 7,12): no se puede dudar de esa fidelidad (cf. Lc 23,46).

Las tres tentaciones las compendian todas (13), y Jesús las supera. La tentación culminará en el Monte de los Olivos. También los discípulos habrán de sufrirla (22,40.46). Por un tiempo: el diablo volverá a la carga (cf. 22,3.31).

INVESTIDURA MESIÁNICA DE JESÚS: EL BAUTISMO. Lc 3,21-38.

21 Después de bautizarse el pueblo entero, y mientras oraba Jesús después de su bautismo, se abrió el cielo,
22 bajó sobre él el Espíritu Santo en forma visible, como de paloma, y hubo una voz del cielo:
-Hijo mío eres tú, yo hoy te he engendrado.
23 Así, también él, Jesús, comenzaba a los treinta años; se pensaba que era hijo de José, el de Elí,
24 el de Matat, el de Leví, el de Melquí, el de Jannai, el de José,
25 el de Matatías, el de Amós, el de Nahún, el de Hesli, el de Nagai,
26 el de Maat, el de Matatías, el de Semeín, el de Josec, el de Jodá,
27 el de Joanán, el de Resá, el de Zorobabel, el de Salatiel, el de Nerí,
28 el de Melqui, el de Addí, el de Cosán, el de Elmadán, el de Er,
29 el de Jesús, el de Eliezer, el de Jorín, el de Matat, el de Leví,
30 el de Simeón, el de Judá, el de José, el de Joná, el de Eliacín,
31 el de Meleá, el de Mená, el de Matatá, el de Natán, el de David,
32 el de Jesé, el de Jobed, el Booz, el de Salá, el de Naasón,
33 el de Aminadab, el de Admín, el de Arní, el de Esrón, el de Fares, el de Judá,
34 el de Jacob, el de Isaac, el de Abrahán, el de Tara, el de Nacor,
35 el de Seruc, el de Ragau, el de Falec, el de Eber, el de Salá,
36 el de Cainán, el de Arfaxad, el de Sem, el de Noé, el de Lámec,
37 el de Matusalén, el de Henoc, el de Járet, el de Malallel, el de Cainán,
39 el de Enós, el de Set, el de Adán, el de Dios.


EXPLICACIÓN.

Serie de acontecimientos imposibles de fijar cronológicamente (cf. 3,1-2) que terminan con la presentación de Jesús en su plena madurez (treinta años),
dispuesto a comenzar su actividad. El pueblo entero (21: no los dirigentes, cf. 7,29), respuesta unánime a Juan. El bautismo de Jesús no es señal de enmienda (3,3), por eso Lc lo separa del pueblo; es símbolo de su compromiso hasta dar la vida para llevar a cabo su misión (12,50).

Mientras oraba, mientras Jesús pedía al Padre la fuerza para llevarlo a cabo, se suceden una serie de acontecimientos destinados a describir la experiencia que ha tenido Jesús en su unción mesiánica. Cielo abierto: comunicación definitiva y permanente con Dios; Espíritu: unción del rey mesiánico (Is 11,1-5), del Servidor de Dios con misión universal (Is 42,1-7), del profeta Mesías (Is 61,1-4). La forma de paloma, alusión al Espíritu creador (Gn 1,2): la creación culmina en Jesús (el Hijo del hombre = el Hombre). El texto de la comunicación celeste varía según los mss. La que figura en la mayoría de las traducciones: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto", es igual a la de Mc; seguimos la que tienen algunos mss. y muchos escritores eclesiásticos, inspirada en el Sal 2,7 (Hch 13,33). Diferencia en la investidura de Juan y Jesús: Juan recibe un mensaje divino (profeta); Jesús, la plenitud del Espíritu (Hijo).

Treinta años (23), edad del pleno vigor, la edad de David al comenzar su reinado (2 Sm 5,4); se pensaba, etc.:Jesús no procede de Dios a través de Adán y José, sino directamente, como principio de una humanidad nueva (1,35); "ser hijo": ser fiel a la tradición recibida del padre y tomar a éste por modelo; Jesús no tiene más modelo que Dios mismo y de él vendrá su mensaje. Asume la historia anterior, pero no es producto de ella; es novedad absoluta, aunque oculta. La genealogía consta de 77 nombres, que forman once septenarios o "semanas", la edad final del mundo (4 Esd 14,11s lat.). Dios fue el origen y verdadero padre de la antigua humanidad; la concepción de Jesús, de nuevo por obra de Dios, ha sido el origen de la nueva.

viernes, 22 de octubre de 2010

JUAN Y JESÚS: LA MISIÓN. INVESTIDURA PROFÉTICA Y PREDICACIÓN DE JUAN. Lc 3,1-20.

3 1 El año quince del gobierno de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide y Lisanio tetrarca de Abilene,
2 bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, un mensaje divino le llegó a Juan, el hijo de Zacarías, en el desierto.
3 Recorrió entonces toda la comarca lindante con el Jordán, proclamando un bautismo en señal de enmienda, para el perdón de los pecados,
4 como está escrito en el libro del profeta Isaías:


Una voz clama desde el desierto:
"Preparad el camino del Señor,
enderezad sus senderos:
5 que todo valle se rellene,
que todo monte y colina se abaje,
que lo torcido se enderece,
lo escabroso se allane,
6 y vea todo mortal la salvación de Dios"
(Is 40,3-5)

7 A las multitudes que iban saliendo para que los bautizara, les decía:
- ¡Camada de víboras! ¿Quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente?
8 Así que producid los frutos propios de la enmienda y no empecéis a deciros: "Tenemos por padre a Abrahán"; porque os digo que de estas piedras Dios es capaz de sacarle hijos a Abrahán.
9 Además, el hacha está ya tocando la base de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y echado al fuego.
10 Las multitudes le preguntaban:
-¿Qué tenemos que hacer?
11 Él les contestó:
-El que tenga dos túnicas, que las comparta con el que no tiene, y el que tenga que comer, que haga lo mismo.
12 Llegaron también recaudadores a bautizarse y lo preguntaron:
-Maestro, ¿qué tenemos que hacer?
13 Él les dijo:
-No exijáis más de lo que tenéis establecido.
14 Incluso solados le preguntaban:
-Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?
les dijo:
-No extorsionéis dinero a nadie con amenazas; conformaos con vuestra paga.
15 Mientras el pueblo aguardaba y todos se preguntaban para sus adentros si acaso Juan era el Mesías,
16 declaró Juan dirigiéndose a todos:
-Yo os bautizo con agua, pero llega el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para desatarle la correa de las sandalias. Él os va a bautizar con Espíritu Santo y fuego.
17 Trae el bieldo en la mano para aventar su parva y reunir el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará en un fuego inextinguible.
18 Así, con largas y diversas exhortaciones, anunciaba al pueblo la buena noticia.
19 Pero el tetrarca Herodes, acusado por él del asunto de Herodías, mujer de su hermano, y de todos los crímenes que había cometido el dicho Herodes,
20 dio remate a todo encerrando en la cárcel a Juan.


EXPLICACIÓN.

Segunda sección del Evangelio (3,1-4,44). Juan y Jesús: la misión. Lc esboza el programa de la misión de Juan Bautista (3,1-20) y de Jesús Mesías (3,21-4,44), mostrando el papel precursor de Juan y la superioridad de Jesús.

En 1-20. Misión de Juan y compendio de su actividad hasta su prisión. Solemne cronología civil y religiosa: Lc sitúa en la historia la intervención de Dios para dar su mensaje a Juan (cf. Jr 1,1) (1s). Anás aunque depuesto, sigue ejercitando el poder supremo (lit. bajo el sumo sacerdote, en singular). Misión de Juan, anunciada a su padre (1,16s) y descrita por éste (1,76-79). Hacía tres o cuatro siglos que no se oía la voz de un profeta. Bautismo (3), inmersión que simbolizaba la muerte a un pasado y el comienzo de una vida nueva: enmienda, cf. Is 1,17. El texto de Is 40,3-5 (4-6) se refería al éxodo de Babilonia, en que Dios guiaría al pueblo a través del desierto; la actividad de Juan Bautista prepara, pues, un nuevo éxodo, una nueva liberación de la esclavitud. Identifica al Señor con Jesús (4: sus senderos). Salvación para la humanidad entera (6, cf. 2,30-32).

Responden tres grupos: a) multitudes judías (7-11), b) los excluidos de Israel (12s), c) soldados paganos (14). A las multitudes, tremenda invectiva: camada de víboras (7), agentes de muerte, corrupción general de la sociedad judía. Anuncia un castigo inminente. La pertenencia a Israel no garantiza la salvación; la promesa a Abrahán fue gratuita y Dios puede extenderla a otros (de estas piedras); alusión a la llamada de los paganos; ha terminado el privilegio de Israel (8).

Según Juan, un juicio distinguirá entre los que se enmienden y los que sigan practicando la injusticia (9). La enmienda es de índole ética y social; no consiste en observar la Ley, sino en compartir lo que se tiene (11, cf. V.5: nivelación). Segundo grupo (12s), impuros, marginados; Juan los acoge; no les pide que dejen su profesión, a pesar del estigma que llevaba encima, sino que dejen de explotar al pueblo. Tercer grupo (14), que no se acerca al bautismo (paganos); evitar la injusticia.

Pregunta popular sobre el papel de Juan (15). El pueblo, término técnico en Lc para designar a Israel, comprende la multitud y los recaudadores 8cf. 7,29). El bautismo de agua no es el definitivo (16). Desatar la correa (cf. Mc 1,7): se anuncia el tema del Esposo, la nueva alianza. Doble efecto del bautismo del Mesías: bautismo/juicio. Para los que se arrepienten, infusión de vida divina (espíritu); para los que no, castigo, destrucción total (fuego inextinguible, cf. Is 66,24).

Se pensaba que el Mesías había de castigar a los enemigos de Israel (17); para Juan, Dios no distingue entre judíos y paganos: de todos exige solidaridad; su falta será motivo de castigo. Pero Jesús no se presentará como juez (cf. 7,18-20).

La actividad de Juan, buena noticia para Israel (18), interrumpida por la intervención de Herodes. Enfrentamiento con el poder 8cf. 1 Re 21,17ss). La reacción del poderoso no es la enmienda, sino la violencia (19s).

JESÚS SE QUEDA EN JERUSALÉN. Lc 2,41-52.

41 Sus padres iban en peregrinación cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
42 Cuando Jesús había cumplido doce años subieron ellos a la fiesta según la costumbre,
43 y cuando los días terminaron, mientras ellos se volvían, el joven Jesús se quedó en Jerusalén, sin que se enteraran sus padres.
44 Creyendo que iba en la caravana, después de una jornada de camino se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos;
45 al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
46 A los tres días lo encontraron en el templo sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
47 Todos los que lo oían estaban desconcertados de sus inteligentes respuestas.
48 Al verlo, quedaron impresionados, y le dijo su madre:
- Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? ¡Mira con qué angustia te buscábamos tu padre y yo!
49 Él les contestó:
- ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo tengo que estar en lo que es de mi Padre?
50 Pero ellos no comprendieron lo que les había dicho.
51 Jesús bajó con ellos, llegó a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo aquello en la memoria.
52 Y Jesús iba adelantando en saber, en madurez y en favor ante Dios y los hombres.


EXPLICACIÓN.

María y José, exactos cumplidores de la Ley (41). A los doce/trece años el niño entraba a formar parte de la comunidad judía y estaba sujeto a la Ley (42). Jesús demuestra su independencia (43). Joven, muchacho, no ya niño (cf. 2.17.27.40: "niño"; 2,12.16: "niño de pecho").

Jesús en una escuela del templo (46). Única vez que Lc llama maestros a los doctores judíos (cf. 5,17.21.30; 7,30); por el momento, es la única enseñanza que existe en Israel; los recaudadores llamarán "maestro a Juan Bautista (3,12); con la manifestación del Mesías caducará la enseñanza judía (7,40; 8,49, etc.) Jesús joven escucha, pregunta y responde como alumno; los asombra con su inteligencia (47: cf. 2,40, "saber"); conoce la tradición de Israel; su ruptura con ella se deberá a su conocimiento crítico.

Reproche de la madre (48). Tu padre, fuerza del vínculo legal y papel que se atribuye a José como educador. No conciben que el Mesías pueda separarse de la tradición representada por ellos: Jesús habla por primera vez en Lc (49) y corrige el dicho de María: él tiene otro Padre. No es el templo como tal (19,46: "cueva de bandidos") el lugar de la presencia divina; ésta queda solamente en la antigua Escritura (lo que es de mi Padre). Tengo que estar: designio divino sobre él. Al llamar a Dios "su Padre", Jesús se independiza de los suyos y rompe con la integración en la cultura religiosa de Israel que éstos han querido efectuar.

No entienden las palabras de Jesús (50). Su autoridad ha quedado relativizada, pero aún no ha llegado el momento de que Jesús manifieste su libertad. María sigue almacenando recuerdos /cf. 2,19), pero sigue sin comprender su significado (51). El crecimiento de Jesús continúa (2,40); el favor de los hombres; primicia de manifestación (52).

jueves, 21 de octubre de 2010

PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO. Lc 2,21-40.

21 Al cumplirse los ocho días, cuando tocaba circuncidar al niño, le pusieron de nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO.

22 Cuando llegó el tiempo de que se purificasen conforme a la Ley de Moisés, llevaron al niño a la ciudad de Jerusalén para presentarlo al Señor
23 (tal y como está prescrito en la Ley del Señor: Todo primogénito varón será consagrado al Señor)
24 y ofrecer un sacrificio (conforme a lo mandado en la Ley del Señor: Un par de tórtolas o dos pichones).
25 Había por cierto en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel, y el Espíritu Santo descansaba sobre él.
26 El Espíritu Santo le había avisado que no moriría sin ver al Mesías del Señor.
27 Impulsado por el Espíritu fue al templo y, en el momento en que entraban los padres con el niño Jesús para cumplir con él lo que era costumbre según la Ley,
28 él lo cogió en brazos y bendijo a Dios diciendo:
29 -Ahora, mi Dueño, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
30 porque mis ojos han visto la salvación
31 que has puesto a disposición de todos los pueblos:
32 una luz que es revelación para las naciones
y gloria para tu pueblo, Israel.

33 Su padre y su madre estaban sorprendidos por lo que se decía del niño.
34 Simeón los bendijo y dijo a María su madre:
- Mira, éste está puesto para que en Israel unos caigan y otros se levanten, y como bandera discutida
35 -y a ti, tus anhelos te los truncará una espada-; así quedarán al descubierto las ideas de muchos.
36 Había también una profetisa. Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Esta era de edad muy avanzada: de casada había vivido siete años con su marido
37 y luego, de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. No se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día.
38 Presentándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
39 Cuando dieron término a todo lo que prescribía la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su pueblo de Nazaret.
40 El niño, por su parte, crecía y se robustecía, llenándose de saber, y el favor de Dios descansaba sobre él.


EXPLICACIÓN.

Circuncisión (21): integración en el pueblo y religión judía; quieren hacer hijo de Abrahán al que es Hijo del Altísimo, Hijo de Dios (1,32-35). Nombre: Jesús = Dios salva, después que el ángel ha anunciado su calidad de salvador (2,11).

Las profecías sobre Jesús no se hacen al tiempo de su circuncisión (cf. 1,64.67), sino en Jerusalén, en el templo (22). José y María siguen integrando a Jesús en la cultura y religión judía. Pretenden cumplir con él todos los requisitos de la Ley. Todo primogénito varón debía ser consagrado a Dios (Éx 13,2.12.15) para el servicio del santuario (más tarde reservado a la tribu de Leví; Nm 3,12) y rescatado mediante el pago de una suma (Nm 18,15s); Lc no describe los ritos ni menciona el rescate (22-24). Tórtolas, pichones, sacrificio expiatorio de los pobres (Lv 12,8).

Dos figuras: Simeón y Ana. Simeón, justo (cf.16), participa de la expectación mesiánica (el Consuelo = el Mesías) cf. Is 40,1; 63,13s) (25); va al templo porque lo lleva el Espíritu, para encontrarse con Jesús. Cántico (29-32), profecía sobre Jesús. Ahora, cf. 2,11: "hoy". El ámbito de la salvación rebasa Israel (31) (no en María y Zacarías). El Mesías-luz librará a los paganos de las tinieblas/opresión (Is 25,7; 40,5; 42,6, etc); Israel, iluminado por él, alcanzará la gloria a que Dios lo destinaba (Is 46,13; 45,25).

Sorpresa de María y José (33). Palabras de Simeón a María (34s): levantar, caer, lo expresado por ella en su cántico (1,52s); alusión a la piedra que hace tropezar (Is 8,14) y que se convierte en cimiento (Is 28,6; Lc 20,17s). Bandera discutida, señal o estandarte al que se dará o negará la adhesión (Is 11,10.12); la contradicción lo llevará a la cruz. Tus anhelos los truncará (una espada) (35: lit. "traspasará tu psykhê": el término psykhê, traducción de nephesh, significa entre otras cosas "ansia, anhelo", cf. Sal 107,9): la madre/Israel experimentará en la muerte de Jesús el fracaso de la salvación que esperaba, cuya consecuencia será la ruina del pueblo (cf. Ez 14,17); la espada puede aludir a la destrucción de Jerusalén por el ejército romano, que echa abajo para siempre la esperanza de una restauración gloriosa. La cruz pondrá de manifiesto las perversas intenciones de muchos en Israel.

Ana (36), arraigada en el pasado (genealogía) y en la institución (vive en el templo). Viuda (37), cf. Jr 51,5. Simeón continúa la línea del cántico de María (caída-levantamiento); Ana, la de Zacarías (la liberación de Jerusalén de los enemigos externos) (38).

María y José cumplen los ritos legales, pero la consagración del niño no dependía de ceremonias (1,35). Vuelta a Nazaret (39).

En Jesús hay crecimiento físico y un saber divino. El Espíritu preparaba a Juan para ser profeta (1,15). La sabiduría va dando a Jesús una visión profunda del plan de Dios. La presencia continua del favor divino indica una limpidez sin obstáculos. (40).

NACIMIENTO DE JESÚS. Lc 2,1-20.

2 1 Por aquel entonces salió un decreto de César Augusto mandando hacer un censo del mundo entero.
2 Este censo fue el primero que se hizo siendo Quirino gobernador de Siria.
3 Todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad.
4 También José, por ser de la estirpe y familia de David, subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén,
5 para inscribirse en el censo con María, la desposada con él, que estaba en cinta.
6 Mientras estaban ellos allí le llegó el tiempo del parto
7 y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.
8 En aquella misma comarca había unos pastores que pasaban la noche al raso velando el rebaño por turno.
9 Se les presentó el ángel del Señor, la gloria del Señor los envolvió de claridad y se asustaron mucho.
10 El ángel les dijo:
- No temáis, mirad que os traigo una buena noticia, una gran alegría que lo será para todo el pueblo:
11 hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un salvador, que es el Mesías Señor.
12 Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
13 De pronto se sumó al ángel una muchedumbre del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo:
14-¡Gloria a Dios en lo alto,
y paz en la tierra a los hombres de su agrado!
15 Cuando los dejaron los ángeles para irse al cielo, los pastores empezaron a decirse unos a otros:
- Ea, vamos derechos a Belén a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor.
16 Fueron a toda prisa y encontraron a María y a Jesús y al niño recostado en el pesebre.
17 Al verlo, les comunicaron las palabras que les habían dicho acerca de aquel niño.
18 Todos los que lo oyeron quedaron sorprendidos de lo que decían los pastores.
19 María, por su parte, conservaba el recuerdo de todo esto, meditándolo en su interior.
20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído; tal y como les habían dicho.


EXPLICACIÓN.

Censo de Augusto: inserción en la historia universal; alusión a la antigua versión de Sal 87,6: "En el censo de los pueblos, éste nacerá allí". Jesús, hijo legal de José y, a través de él, de David (1-5). Lo envolvió en pañales (7), cf. Sab 7,3-6 (de Salomón): Jesús, heredero de David, plena condición humana; el pesebre (7.12.16), cf. Is 1,3: Israel podrá conocer el pesebre e su Señor; primogénito (7), consagrado al Señor (Éx 3,12). El Mesías que ha de salvar a los humildes (1,52) comparte su condición desde el principio; la salvación se hará desde abajo.

Los partores, despreciados y marginados por la sociedad, sin derechos civiles. La salvación, en primer lugar, para los oprimidos (1,52). La noche (8): cf. 1,79: "tinieblas, sombras de muerte", la opresión; la luz (9), gloria de Dios (Éx 16,6.10), liberación; para todo el pueblo (10): la salvación se comunica de abajo arriba. Hoy (11): se inaugura la etapa final de la historia; salvador, como Dios mismo (1,47); ciudad de David ( cf. Miq 5,1s), no en Jerusalén; señal (12) paradójica: el que va destronar a los poderosos (1,52) no se presenta como un poderoso, sino como un pobre. Alegría en el cielo por la salvación anunciada (1,3s): alabanza a Dios por su obra; paz en la tierra, efecto de la salvación (Is 57,14-21). La paz mesiánica llegará a los hombres que se abren a la acción de Dios; no hay paz para los malvados (Is 57,21). Los pastores transmiten la buena noticia (17). Reacción de la gente, sorpresa (18). Reacción de María, reflexión (19): el salvador no ha nacido como correspondía a sus títulos (1,32). El hecho de conservar la memoria de estos hechos (en su interior) posibilitará un día su comprensión.

NACIMIENTO DE JUAN BAUTISTA. Lc 1,57-80.

57 A Isabel se le cumplió el tiempo de dar a luz y tuvo un hijo.
58 Sus vecinos y parientes se enteraron de lo bueno que había sido el Señor con ella y compartían su alegría.
59 A los ocho días fueron a circuncidar al niño y empezaron a llamarlo Zacarías, por el nombre de su padre.
60 Pero la madre intervino diciendo:
- ¡No!, se va a llamar Juan.
61 Le replicaron:
- Ninguno de tus parientes se llama así.
62 Y por señas le preguntaban al padre cómo quería que se llamase.
63 El pidió una tablilla y escribió: "Su nombre es Juan", y todos quedaron sorprendidos.
64 En el acto se le soltó la lengua y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
65 Toda la vecindad quedó sobrecogida; corrió la noticia de estos hechos por toda la sierra de Judea
66 y todos los que lo oían los conservaban en la memoria, preguntándose:
- ¿Qué irá a ser este niño?
Porque la fuerza del Señor lo acompañaba.
67 Zacarías, su padre, se llenó del Espíritu Santo y profético:
68 - Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y liberado a su pueblo
69 suscitándonos una fuerza salvadora
en la casa de David, su servidor.

70 Así lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
71 que nos salvaría de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian,
72 mostrándose fiel a nuestros padres
y recordando su santa alianza:
73 la promesa que juró a nuestro padre Abrahán
de concedernos
74 que, libres de temor,
arrancados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos
75 con santidad y rectitud
en su presencia, todos nuestros días.

76 Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos
77 dando a su pueblo una experiencia de salvación
mediante el perdón de sus pecados.

78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios
nos visitará un astro que nace de lo alto:
79 brillará ante los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte
y guiará nuestros pasos
por el camino de la paz.

80 El niño crecía y su personalidad se afianzaba; y estuvo en el desierto hasta el momento de presentarse a Israel.


EXPLICACIÓN.

Alegría compartida por el nacimiento de Juan (57s: cf. 1,14), como por el nacimiento de Isaac (Gn 21,6-8).

El nombre de Juan, ruptura con la tradición familiar (61). Se cumple la promesa y cesa el castigo (64); la bendición se expresará en el cántico (68ss). Se ve en estos hechos una intervención divina (65s).

Cambio de Zacarías: no se encuentra ya en el templo, sino en su casa; no actúa como sacerdote, sino como profeta (67). El cántico se desarrolla en orden inverso al de María: al principio, la promesa a Abrahán (73; cf. 1,55) y las predicaciones de los profetas (70). Salvación de Israel como un todo (68). Fuerza salvadora de la casa de David, el Mesías (1 Sm 2,10; Sal 132,17) (69). Salvación nacional: los que nos odian (71) = los pueblos paganos (Sal 106,10; 111,9, etc.). Efecto de la salvación: el culto verdadero (74); santidad y rectitud (75): Zacarías, sacerdote y observante de la Ley. Como el cántico de María, el horizonte queda limitado a Israel.

Juan, profeta y precursor (Is 40,3; Mal 3,1) (76). Salvación: borrar las injusticias pasadas (77); astro (78, cf. Nm 24,17); tinieblas, sombra (79), símbolos de la esclavitud y la opresión (Is 9,1s; 42,6s; Sal 107,10); luz: liberación (Is 49,6; 60,1). Camino hacia la paz entre Dios y los hombres y entre los hombres mismos (77). Zacarías espera que Israel sea liberado de los enemigos exteriores; ve al pueblo entero como pecador y espera su conversión, pero no considera la injusticia social que existe en su interior (cf. 1,51-53). Dos concecpiones de la obra del Mesías: María, la liberación de los débiles; Zacarías, la del pueblo como tal.

Infancia de Juan (80). Vida solitaria, sin trato con los hombres. Su presentación a Israel estará motivada por un oráculo divino (3,2). El contacto de Juan con la secta de los esenios no pasa de ser una conjetura.

miércoles, 20 de octubre de 2010

MARÍA VISITA A ISABEL. Lc 1,39-56.

39 Por aquellos días María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judá;
40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Al oír Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre e Isabel se llenó de Espíritu Santo.
42 Y dijo a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendio el fruto de tu vientre!
43 Y ¿quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
44 Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 ¡Y dichosa tú por haber creído que llegará a cumplirse lo que te han dicho por parte del Señor!
46 Entonces dijo María:
-Proclama mi alma la grandeza del Señor
47 y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
48 porque se ha fijado en la humillación de su sierva.
Pues mira, desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
49 porque el Potente ha hecho grandes cosas en mi
favor: Santo es su nombre
50 y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

51 Su brazo ha intervenido con fuerza,
ha desbaratado los planes de los arrogantes:
52 derriba del trono a los podersos
y encumbra a los humildes;
53 a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide de vacío.

54 Ha auxiliado a Israel, su servidor,
acordándose, como lo había prometido a nuestros padres,
55 de la misericordia en favor de Abrahán y su descendencia,
por siempre.

56 María se quedó con ella cuatro meses y se volvió a su casa.


EXPLICACIÓN.

Prontitud para el servicio (39): el Israel fiel (María), que vive fuera el influjo de la capital (Nazaret de Galilea), va en ayuda del judaísmo oficial (Isabel; Judá, nombre de la tribu en cuyo territorio estaba Jerusalén). El saludo de María comunica el Espíritu a Isabel y al niño (44). Isabel habla como profetisa (41s). La bendición, por la maternidad de María. El fruto del vientre (42: cf. Dt 7,13; 28,4). Por haber creído (45), a diferencia de Zacarías.

Por boca de María pronuncia su cántico el Israel fiel a Dios y a su alianza (46-48), el que ha creído en las promesas. Alaba a Dios por su cumplimiento, que ve inminente por el hecho de la concepción del Mesías. Dios mi salvador (47; cf. Sal 24,1; 25,5; Miq 7,7, etc), título clave del cántico, cuyo tema va a ser la salvación que Dios realiza en Israel; la humillación (48): en el AT, estado de opresión de que Dios libra a su pueblo (Dt 26,7; Sal 136,23; Neh 9,9); grandes cosas (49): se decía en particular de la salida de Egipto (Dt 10,21) y de la liberación de Babilonia (Jr 33,3, segundo éxodo); sus fieles (50), representados por María, "la sierva" (Éx 20,6).

Ha intervenido (51: aoristo profético): Se ve el futuro como realización efectuada e infalible de una decisión divina ya tomada. Se explica la salvación que Dios va a realizar. Su brazo (Éx 6,6; Dt 4,34); los arrogantes (cf. Is 13,11), explicitados a continuación como los poderosos y los ricos (52s). La acción liberadora va a consistir en una subversión del orden social: exaltación de los humildes (1 Sm 2,5.7s; 2 Sm 22,28; Sal 72,1-4.12s; 75,5; 107,9.40s; 147,6; Eclo 10,14, etc), caída de los opresores (cf. 6,21; 11,13; Job 15,29; Jr 17,11). Destinatario de la salvación: Israel su servidor (54) (Is 41,8s; 42,1; 44,1.2.21; 45,4) = "sus fieles" (50) = "su sierva" (48). Dios no ha olvidado su misericordia/amor (Sal 98,3), como podía haber sospechado Israel ante los numerosos desastres históricos que ha sufrido. Amor prometido a los padres/patriarcas (55) (Gn 12,2ss; 15,4sss; 17,7; 22,17); fidelidad de Dios (54s). Lc menciona por adelantado la vuelta de María (56).

martes, 19 de octubre de 2010

SE ANUNCIA EL NACIMIENTO DE JESÚS. Lc 1,26-38.

26 A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea que se llamaba Nazaret,
27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
28 Entrando adonde estaba ella, el ángel le dijo:
- Alégrate, favorecida, el Señor está contigo.
29 Ella se turbó al oír estas palabras, preguntándose qué saludo era aquél.
30 El ángel le dijo:
- No temas, María, que Dios te ha concedido tu favor.
31 Mira, vas a concebir en tu seno y a dar a luz un hijo, y le pondrás de nombre Jesús.
32 Éste será grande, lo llamarán Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David su antepasado;
33 reinará para siempre en la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin.
34 María dijo al ángel:
-¿Cómo sucederá eso, si no vivo con un hombre?
35 El ángel le contestó:
- El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, al que va a nacer lo llamarán "Consagrado", "Hijo de Dios".
36 Y mira, también tu pariente Isabel, en su vejez, ha concebido un hijo, y la que decían que era estéril está ya de seis meses,
37 porque para Dios no hay nada imposible.
38 Respondió María:
- Aquí está la sierva del Señor; cúmplase en mi lo que has dicho.
Y el ángel la dejo.


EXPLICACIÓN.

La concepción de Juan estaba en paralelo con la de Isaac; la de Jesús lo está con la creación de Adán. Nace de Dios mismo y es principio de una nueva humanidad.

Nazaret (26), nunca nombrado en el AT: lugar no ligado a promesa o expectación mesiánica alguna; esta intervención divina no va a representar una continuidad con el pasado. Galilea, la provincia alejada del centro de la institución judía. La escena no se desarrolla en ambiente oficial: no en el templo, sino en una casa; su protagonista no es un sacerdote, sino una virgen (27) sin genealogía ni mención de observancia (cf. 1,6). Sentido teológico de la virginidad: la absoluta fidelidad a Dios (por oposición a la esposa "adúltera" o "prostituida", figuras del pueblo extraviado, cf. Os 2,4ss; Jr 3,6-13; Ez 16). María representa a "los pobres" de Israel, sin relieve social.

Saludo de alegría (cf. Zac 9,9; Sof 3,14), horizonte de salvación (28). Favorecida: la que goza del pleno favor divino; amor de Dios a los israelitas fieles; el Señor está contigo: fórmula usual en Lucas para indicar la solicitud de DIos por un determinado personaje (Lc 1,66; Hch 7,9; 10,38; 11,21; 18,10; cf. Dt 2,7; 20,1, etc). El saludo no provoca temor (cf. 1,12).

Te ha concedido un favor (30: cf. Gn 6,8; Jue 6,17, etc.); Dios miró a Israel con favor en el momento de su elección; la fidelidad de este Israel pobre le asegura ese favor en el presente. José, el descendiente de David (27), no tiene papel alguno en el plan anunciado por el ángel, Jesús (31) = Dios salva; será María quien imponga nombre a su hijo (cf. 1,13), es decir, éste continuará la línea de la madre, no la de José. Hijo del Altísimo (designación divina de alcance universal) (32), no de David, ni de otro padre humano; "ser hijo", no significa solamente nacer por obra de un padre, sino sobre todo heredar la tradición que éste transmite y tener por modelo de comportamiento al padre; no será David el modelo de Jesús; su mensaje vendrá directamente de Dios, su Padre, y sólo éste será modelo de su comportamiento. Grande, por su filiación divina (no sólo "a los ojos del Señor", cf. 1,15); lo llamarán, lo será y será reconocido por tal. David, su padre/antepasado; le corresponde la herencia de David (a través de José), pero el trono no lo obtendrá por pertenecer a su estirpe, sino por decisión de Dios (32; le dará, no "heredará"). En Jesús se cumplirá la promesa dinástica /2 Sm 7,12), pero no será el hijo/sucesor de David (Lc 20,41-44); sino algo completamente nuevo, aunque igualmente perpetuo (Dn 2,22; 7,14). La casa de Jacob (33), las doce tribus, el Israel escatológico.

María no pide pruebas (cf. 1,18), pregunta el modo como esto puede realizarse (34). No vivo con un hombre (lit. "no estoy conociendo varón"): el Israel fiel no espera vida/fecundidad de los hombres, ni siquiera de la línea davídica (José), sino sólo de Dios, aunque no sabe cómo.

Diferencia con Juan Bautista: éste recibe el Espíritu Santo antes de nacer (1,15); Jesús es concebido por obra del Espíritu, la fuerza creadora de Dios (35: fuerza del Altísimo). Te cubrirá con su sombra: se insinúa la idea de "la gloria de Dios" (Éx 40,38; "nube", presencia activa de Dios). La concepción, nuevo acto creador (Espíritu Santo): nace un nuevo Adán, comienza una nueva humanidad. Consagrado, Hijo de Dios, designaciones mesiánicas (Sal 2,7; Lc 4,34). El ángel añade una señal: la fecundidad de Isabel, vieja y estéril, es prueba de la fuerza creadora de Dios (36s).

María no es "una sierva", sino la sierva del Señor (38), representado al Israel fiel (Is 48,8.9.20; 49,3; Jr 46,27s). Su fe contrasta con la incredulidad de Zacarías (1,20).

I. JUAN Y JESÚS. SE ANUNCIA EL NACIMIENTO DE JUAN BAUTISTA. Lc 1,5-25.

5 Hubo en tiempos de Herodes, rey del país judío, cierto sacerdote de nombre Zacarías, de la sección de Abías; tenía por mujer a una descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel.
6 Ambos eran justos delante de Dios pues procedían sin falta según todos los mandamientos y preceptos del Señor.
7 No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y eran ya los dos de edad avanzada.
8 Mientras prestaba su servicio sacerdotal ante Dios en el turno de su sección,
9 le tocó entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso, según la costumbre del sacerdocio;
10 toda la muchedumbre del pueblo estaba fuera orando durante el rito del incienso.
11 Se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso.
12 Zacarías, al verlo, se sobresaltó y lo invadió el temor.
13 Pero el ángel le dijo:
- No temas, Zacarías, que tu ruego ha sido escuchado: tu mujer, Isabel, te dará a luz un hijo y le pondrás de nombre Juan.
14 Será para ti una grandísima alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento,
15 porque va a ser grande a los ojos del Señor; no beberá vino ni licor, se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre de su madre
16 y convertirá a muchos israelitas al Señor su Dios.
17 Él precederá al Señor con el espíritu y fuerza de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y enseñar a los rebeldes la sensatez de los justos, preparando así al Señor un pueblo bien dispuesto.
18 Zacarías replicó al ángel:
-¿Qué garantía me das de eso? Porque yo soy ya viejo y mi mujer de edad avanzada.
19 El ángel le repuso:
-Yo soy Gabriel, que estoy a las órdenes inmediatas de Dios, y me han enviado para darte de palabra esta buena noticia.
20 Pues mira, te quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día que eso suceda, por no haber dad fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento.
21 El pueblo estaba aguardando a Zacarías, extrañado de que tardase tanto en el santuario.
22 Pero cuando salió no podía hablarles, y comprendieron que en el santuario había tenido una visión. ÉL les hacía gestos, pero permanecía mudo.
23 Cuando se cumplieron los días de su servicio, se marchó a su casa.
24 Después de aquello concibió Isabel, su mujer, y estuvo cinco meses sin dejarse ver. Ella se dećia:
25 - Esto se lo debo al Señor, que ahora se ha dignado librarme de esta vergüenza mía ante la gente.


EXPLICACIÓN.

Primera sección del Evangelio (1,5-2,52): Presentación de dos personajes, Juan Bautista y Jesús. De cada uno de ellos Lc va exponiendo en paralelo el anuncio del nacimiento (1,5-25.26-56) y el nacimiento e infancia (1,57-80; 2,1-52).

5-25. En tiempo de Herodes el Grande, que murió el año 4 a.C. Zacarías e Isabel, ambos descendientes de Aarón y observantes intachables de la Ley, representan a la institución judía (v.10: el pueblo), fundada sobre el culto y la Ley. Sin descendencia ni esperanza de tenerla: esterilidad de la institución (5-7).

Zacarías celebra el acto cultual característico del sacerdocio. El santuario, lugar de las manifestaciones divinas; el incienso ofrecido, símbolo de la oración oficial (cf. Sal 141,2). Distinción entre la clase sacerdotal dirigente y el pueblo (10: fuera). El ángel del Señor (11), mensajero divino, identificado a veces con Dios mismo (Gn 16,7; 22,11; Éx 3,2, etc.). Temor: reacción típica en el AT ante lo divino (Jue 6,22; 13,22; Job 4,15, etc.). Ruego de Zacarías (13): del mensaje del ángel se deduce que se refería a la salvación de Israel; pedía una intervención divina que salvase a la nación (cf. 1,67-79). No beberá vino ni licor (15), como los nazireos (Nm 6,3) y los recabitas (Jr 35), Sansón (Jue 13,7), Samuel (1 Sm 1,11 LXX). Por boca del ángel, Dios no promete una renovación institucional (culto y ley), sino suscitar un profeta superior a los antiguos, por estar lleno de Espíritu desde antes de nacer (15). Futuro movimiento de conversión (cf. Jr 3,7.10.14; 18,18) (16). Precursor del Mesías (cf. Mal 3,23s) (17).

Incredulidad de Zacarías (18), a pesar del precedente en Gn 17,15-21; 18,4-15 (Abrahán y Sara): ni el culto ni la observancia le han procurado la fe; la relación del sacerdocio con Dios es puramente formal. La petición de una señal confirma su falta de fe. Yo soy Gabriel (19), es decir, la Fuerza de Dios. Señal (20): la incredulidad de la institución no impedirá el plan de Dios, pero su misión ha terminado (mudo) (21s). Zacarías sólo hablará como profeta, y fuera del templo (1,67). Se cumple lo prometido (23-25).

PRÓLOGO. Lc 1,1-4.

1 1 Dado que muchos han intentado hacer una exposición ordenada de los hechos que se han verificado entre nosotros,
2 según lo que nos transmitieron los que desde un principio fueron testigos oculares y llegaron a ser garantes del mensaje,
3 he resuelto yo también, después de investigarlo todo de nuevo con rigor, ponértelo por escrito de forma conexa, excelentísimo Teófilo,
4 para que compruebes la solidez de las enseñanzas con que han sido instruido.


EXPLICACIÓN.

La obra de Lc consta de dos partes, el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles. La enseñanza y actividad de Jesús en el Ev. permite enjuiciar las tendencias existentes en la Iglesia primitiva que aparecen en Hechos.

Prólogo del Evangelio (1,1-4): Supone la existencia de evangelios anteriores (entre ellos el de Mc, utilizado por Lc), escritos conforme a una tradición viva en la comunidad cristiana (nos transmitieron), procedente de los testigos oculares que fueron reconocidos como depositarios auténticos del mensaje. El hecho de haberse decidido a investigarlo todo de nuevo y con rigor revela que las "exposiciones" precedentes no respondían plenamente a las circunstancias de la comunidad de Lucas y, posiblemente, que algunas de ellas eran tendenciosas. Escribir de forma conexa, exponer el desarrollo de los hechos poniendo de relieve la secuencia lógica de los acontecimientos. Teófilo, "el querido por Dios", representa probablemente a la comunidad a la que Lc se dirige. Propósito de Lc: confirmar la autenticidad del mensaje recibido.

PLAN DEL EVANGELIO.

Según lo antes expuesto, la estructura del Evangelio de Lucas puede esquematizarse así:

Prólogo (1,1-4).

I. Juan y Jesús (1,5-2,52).

II. Juan y Jesús: La misión (3,1-4,44).

III. Llamada del Israel histórico (5,1-6,11).

IV. El Israel mesiánico (6,12-9,50).

V. El camino hacia Jerusalén (9,51-19,46).

VI. Enseñanza y controversia en el templo (19,47-21,38).

VII. La Pascua: Pasión, muerte, resurrección, ascensión (22,1-24,53).

ALGUNAS LÍNEAS TEOLÓGICAS.

Jerusalén constituye el punto focal de este Evangelio: representa un término en tres ocasiones: infancia (2,41-52), tentaciones (4,9-12) y vida pública de Jesús (19,47-21,38), pero es también el punto de partida del éxodo mesiánico (9,31; cf. 13,33).

Insiste Lucas en cuáles deben ser las actitudes del discípulo: amor al prójimo en vez de observancia formalista de la Ley (6,6-10; 14,1-6); pero el prójimo no es un concepto legal, la relación que hace prójimo hay que crearla (10,29.36s); esta actitud es la central (6,27-39) y su relación concreta se llama servicio (9,46-48; 12,42-48; 22,24-27). Amor y servicio son la única grandeza y la única autoridad en un reino (la nueva sociedad humana) en que no existen tradiciones ni reglas de vida (5,33-39); a través del amor y del servicio entra el discípulo en una relación con Dios (6,35; 10,21s), a quien puede llamar Padre (11,1-4); dirigiéndose a él con plena confianza (11,13; 12,6s.22-32; 18,7s).

Dos obstáculos hacen imposible esa relación con Dios: la conciencia pagada de sí misma (18,11s) y la riqueza, rival de Dios, y por tanto injusta (16,13), continua tentación que hace al hombre sordo a la voz de Dios (12,33; 16,14.19-31). Al discípulo se le exige la renuncia al dinero (12,31-34; 14,33; 16,1-13; 18,22); eso le dará la verdadera felicidad.

Característica de Lucas es su mayor insistencia en la oración de Jesús, que precede siempre a una decisión importante en su vida (3,21; 5,16; 6,12; 9,18.29; 11,1; 22,41; 23,34.46).

La fecha de composición de la obra de Lucas es dudosa. Ordinariamente se la considera posterior a la caída de Jerusalén, hacia el año 80 d.C. Sin embargo, no hay argumentos decisivos en favor de esta opinión; la fecha podría ser bastante anterior.

ESTRUCTURA DEL EVANGELIO.

Después del prólogo (Lc 1,1-4), la primera sección del Evangelio se extiende de 1,5 a 2,52. Los dos primeros capítulos contienen material propio de Lucas y establecen un paralelismo de escenas, constrastando los dos personajes principales, Juan Bautista y Jesús. Más que relatos de infancia, son el cotejo de dos épocas de la historia de la salvación (cf. 16,16), para hacer ver la superioridad de la época de Jesús. En su conjunto, la primera sección describe en paralelo el anuncio de la concepción (1,5-56), el nacimiento e infancia (1,57-2,52) de cada uno de los dos personajes. La segunda sección (3,1-4,44) describe también paralelamente la actividad de Juan Bautista como precursor y el programa de la de Jesús como Mesías.

La tercera sección (5,1-6,11) contiene la llamada del Israel histórico, representada por los tres primeros discípulos (5,1-11), así como por Leví y los pecadores (5,27-29), y termina con el rechazo de Jesús por parte de los dirigentes de la sinagoga (6,11).

La cuarta sección (6,12,9,50) describe cómo, ante el rechazo del Israel histórico, Jesús constituye el Israel mesiánico (elección de los Doce, 6,12-17s) y define su actitud ante el paganismo (7,1-10) e Israel (7,11-17). Su actividad mesiánica suscita dudas en Juan Bautista; la pregunta que éste le hace por medio de sus emisarios da ocasión a Jesús de precisar la diferencia entre su actividad liberadora y el programa mesiánico propuesto por Juan (3,16; 7,18-35). Sigue la labor itinerante de Jesús acompañado del grupo, que culmina en la declaración mesiánica de Pedro y las precisiones que a ella aporta Jesús (9,18-27). El grupo no responde a la instrucción de Jesús, sigue aferrado a las categorías del judaísmo (9,37-50).

La quinta sección (9,51-19,46) abarca el viaje de Jesús hacia Jerusalén. La resistencia de los discípulos le hace tomar la decisión de enfrentarse con la institución judía. Constituye un segundo grupo de enviados (10,1: Los Setenta), quienes, en contraste con los discípulos anteriores, tienen pleno éxito en su misión (10,17-20; cf. 9,40). Durante el viaje se entremezclan la formación de los discípulos y la polémica con los adversarios, de cuya ideología participan los discípulos. El centro se sitúa en la denuncia de Jerusalén (13,31-35).

La sexta sección (19,47-21,38) comprende la enseñanza y polémica de Jesús en el templo.

La séptima y última sección (22,1-24,53) presenta los acontecimientos en torno a la Pascua: eucaristía, pasión, muerte y resurrección de Jesús, para terminar con su ascensión, dato propio de Lucas.

jueves, 14 de octubre de 2010

INTRODUCCIÓN.

Lucas sigue fundamentalmente el esquema de Marcos, pero añadiendo gran cantidad de datos, muchos de ellos comunes con Mateo, y reelaborando los materiales. Es el único evangelista que hace una declaración sobre fuentes y motivos de la obra (Lc 1,1-4) y que se propone escribirla en dos partes, Evangelio y Hechos (Hch 1,1).